• Dixiana: madre y abuela puriscaleña que se convirtió en Entrenadora para poder apoyar e impulsar competitivamente a sus hijas
• Andrea, – la mayor-, se convirtió en la novena más rápida del mundo en las Olimpiadas de Japón
• Ya vivieron su primera experiencia olímpica juntas, y Noelia es la 21 en el mundo en caminata de los 20 kilómetros

Redacción HOY EN POSITIVO

Este mes tradicionalmente nos permite hacer un alto en todo nuestro accionar para poder rendir respeto, amor y admiración a todas las Madres; por naturaleza nuestras progenitoras se caracterizan por su entrega, disposición de sacrificio, y no en vano dan todo y más, con tal de ser ejemplo a sus hijos, cónyuges y demás personas que les rodean.

Hoy rendimos reconocimiento a dos “Súper Mamás”; una porque entre todas sus facetas, – además de orgullosa abuela, – Dixiana Mena llega a convertirse hasta en Entrenadora con tal de convertir Campeonas en su propia familia; y la otra, – Andrea, – a sus 24 años, hoy es la atleta de mayor reconocimiento nacional e internacional como velocista. 

Su disciplina, el esfuerzo constante y la perseverancia, son los postulados que caracterizan a esta ejemplar joven madre, esposa y graduada como Abogada en el 2018. Andrea entrenaba principalmente en el Estadio de su cantón, -Puriscal, el número cuatro de San José-, hasta con vallas de plástico que le construyó su papá Juan Manuel Vargas; también le permitían utilizar solo una vez a la semana, la pista atlética de “la Joya de la Sabana”, nuestro Estadio Nacional, hasta que se fue a residir a la ciudad de Oregon, en los Estados Unidos, por aspectos laborales de su esposo, el ingeniero José David Jiménez, – y desde ahí, terminó de pulir su preparación para las Olimpiadas, donde se consagró como la novena más rápida del mundo en su especialidad.

Andrea Carolina Vargas Mena nos ha brindado otras grandes alegrías, como la medalla de oro en la gran Final de los 100 metros con vallas en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, celebrados en la ciudad de Barranquilla en Colombia; que por cierto, es una de las carreras de mayor emoción que se esperan en este tipo de competencias. Este merecido triunfo fue suyo gracias a que detuvo el cronómetro en 12 segundos con 90 centésimas, tiempo que le fue permitiendo crecer cada vez más en su rendimiento y que en su oportunidad, le permitió a esta puriscaleña mejorar su propia marca personal, y establecer récord nacional y también centroamericano.

El mayor mérito para Andrea es que esta presea dorada es la única lograda por la delegación costarricense en esas justas deportivas, ya que nunca una tica había logrado obtener el oro en una competencia como la que permitió subirse al podio y escuchar nuestro Himno Nacional.

Andrea también obtuvo en el 2018, la designación como la mejor atleta del Torneo regional realizado en Guatemala, donde había logrado un tiempo de 12:95, que finalmente rompió en Colombia para traerse también la medalla de oro. No es de extrañar que eso de romper sus propios tiempos, ya lo haya realizado cuatro veces más anteriormente, en otras competencias nacionales como en Nicaragua por ejemplo. 

Otros aspectos meritorios de esta gran Campeona es que su esposo José David le apoya firmemente y se encarga de cuidar a su retoño Avril de apenas seis añitos. Andrea aún en su embarazo, no dejó el atletismo. La familia de la medallista la completa su hermano Alejandro y Noelia, quien con 21 años, ya deslumbró también en las Olimpiadas, ocupando el lugar N° 21 a nivel mundial, en la competencia de caminata en los 20 kilómetros.

En cuanto a los nuevos retos competitivos de este dúo de “súper mamás”, después de participar las tres en las Olimpiadas de Tokio, Japón 2020, ahora se enfocan en las próximas competencias internacionales y mundiales de sus especialidades, y ya se miran de nuevo en las Olimpiadas París 2024,  

Todos estos son pasos en la estrategia que elabora la entrenadora Dixiana, lo cual conlleva mayor exigencia y dedicación, sin descartar campamentos y estadías en países con mayor desarrollo en este tipo de carreras.    

Por otro lado, la mamá de Andrea, Dixiana Mena, se convirtió en Entrenadora, no solo de Andrea sino además de su otro retoño Noelia. Las entrena a ambas desde su época juvenil, y menciona con especial énfasis, que hace nueve años en los Juegos Centroamericanos realizados en El Salvador, observó a Andrea llorar por no poder alcanzar el tiempo deseado, por lo que decidió de inmediato, en guiarla con ejercicios y rutinas para mejorar los entrenamientos, aún en la espera de su nieta Avril.

Con la presea de oro adornando el pecho de su hija allá en Colombia, Dixiana expresó sentirse súper emocionada, pero segura a la vez que obtendrían la medalla para traerla con gran orgullo a nuestro país. Igual mencionó esta madre de campeonas, que los objetivos trazados se cumplieron, y que sin demérito de esta obtención, lo mejor para Andrea está aún por venir. Es curioso que por su hija mayor, -hoy llena de oro-, fue que decidió convertirse en Entrenadora, y no está para nada arrepentida por ello, por el contrario, con gran seguridad, afirma que …. “van juntas por más”.

Andrea junto a su Mami, han recibido distintos reconocimientos, hasta felicitación del Presidente Carlos Alvarado y la Primera Dama por todos sus logros. Además Alvarado muy emocionado le expresó que ella también representa no solo al país, sino también a la mujer costarricense y a los deportistas en general. Finalmente le envió un abrazo con la frase:”Bien hecho, muy bien hecho”.

Una vez que la nueva Campeona escuchó ese saludo y reconocimiento, le respondió casi de inmediato al Presidente; entre otras cosas le mencionó: “Muchas gracias por las felicitaciones. Me preparé muy fuerte para poder lograrlo, pero nada más creer en el trabajo de mi entrenadora, que es tambien mi madre, de todo el apoyo de mi familia, y la verdad, muy contenta y con mucha satisfacción de poder lograr el oro”; ambos audios obtenidos gracias al CON.

Reconocimiento especial a estas Madres tan ejemplares, quienes igual deben dedicar tiempo en el día para estudiar, trabajar, atender los deberes del hogar, todo para llenarnos de orgullo con sus logros deportivos.