• Warner Rojas intenta llegar por segunda vez

 

  • Intento de ambos por llegar a los 8.848 metros de esa cima, inspiran a muchos a luchar también por sus metas

Redacción

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Ligia Madrigal y Warner Rojas son dos costarricenses que en el mes de mayo iniciaron el ascenso a la montaña más alta del mundo: el Monte Everest. Ellos nos envían con esa valentía, un mensaje a todos en el sentido de imprimir pasión a cada meta o aspiración que tengamos en nuestras vidas. Ambos no solo han tenido que invertir dinero y tiempo, sino, además, la energía que una aventura como esta lo demanda.

En nuestras vidas, también “debemos pagar un precio” si realmente deseamos hacer realidad un objetivo material y de otra naturaleza; es lo que estamos dispuestos a hacer, con tal de ver hecho realidad eso que, desde la intuición en forma de voz interna, nos inspira sobre lo que debemos y podemos hacer.

El hecho de que Ligia y Warner lleguen a la cima, por supuesto que resulta muy importante para ambos, y es motivo de orgullo para todos en nuestro país, pero lo realmente trascendental, es todo lo que acontece durante el proceso, y en lo que ellos se convertirán después de vivir esta gran travesía.

De igual manera nos sucede a todos; no debe considerarse fracaso el hecho de que no podamos llegar a la meta. Lo que hoy no se logra, nos abre muchas oportunidades para volver a intentarlo; el fracaso y el éxito, siempre van de la mano.

Por eso es tan inspiracional este gran ejemplo que nos brindan una mujer profesional en diseño como Ligia, – madre y esposa además, con 49 años- y un hombre de la talla de Warner, – con 51 años-, que igual conlleva nostalgia e incertidumbre de su esposa e hijos, cada vez que él se marcha a una nueva proeza. No en vano, escalar hacia el Everest, es muy peligroso y ahí han fallecido más de 300 personas en el intento, entre alpinistas y sherpas (los guías del lugar que ayudan con llevar los equipos y a orientar a las expediciones). Lo lamentable es que la mayoría de esos cuerpos quedan en esas montañas por siempre, ante la dificultad y los costos por recuperarlos.

Por su parte, Warner el único costarricense que ha escalado el Everest, inició su ascenso recientemente y al cierre de edición, no ha concluido su labor. Un dato interesante es que en el equipo de ascenso de Rojas se encuentra un mexicano no vidente llamado Rafael Jaime Jaramillo, y el costarricense le está ayudando a cumplir su sueño de escalar la cima del mundo, para convertirse así en el primer latinoamericano en lograrlo con esta discapacidad visual.

El monte Everest es la montaña más alta de la superficie del planeta tierra, y cuenta​ con una altitud de 8848 metros (29.029 pies) sobre el nivel del mar; está localizada en el continente asiático, en la cordillera del Himalaya, concretamente en la subcordillera de Mahalangur Himal; marca la frontera entre China y Nepal, considerada por ende, como la frontera más alta del mundo.

El Everest es conocido en Nepal con el nombre de Sagarmāthā que significa la frente del cielo, mientras que en tibetano lo conocen como Chomolungma, al igual que los chinos. Su nombre occidental fue puesto por la Royal Geographical Society en 1865 a solicitud del topógrafo general británico de la India en honor de su antecesor en el cargo, sir George Everest.

La mejor época para escalar el Everest es entre mayo y junio, debido a que el clima seco y las temperaturas por encima de 0 grados, hace más posible la travesía. Existen 17 rutas de ascenso, sin embargo, las más usadas son dos. Desde Nepal (la que usaron los costarricenses) está la cresta sureste, la línea creada por Tenzing Norgay y Edmund Hilary en 1953. Desde el Tíbet, está la Cresta Norte, donde George Mallory desapareció en 1924, mucho antes de que un equipo chino completara finalmente la ascensión en 1960.

Para escalar el Everest, se tiene que empezar a aclimatarse en el “puesto base” (a 5.400 metros sobre el nivel del mar) desde dos meses antes del ascenso; un mes antes, los alpinistas realizan varias incursiones nocturnas a los campamentos de mayor altura, denominados campos base N° 2, el N° 3 (a 7.100 msnm) y N° 4, este último ubicado a 8.100 metros msnm. Luego se define la ruta y el ascenso final dura entre cuatro y cinco días.

Con la mejora tecnológica y de entrenamiento, el escalar el Everest se está volviendo cada vez más seguro para los escaladores, no obstante, desde que se llevan registros, han fallecido la cantidad citada de personas; la tasa de fallecimiento se encuentra en 1,24% de todos los escaladores.

Ligia Madrigal finalmente no pudo continuar con el ascenso debido a las condiciones climatológicas y a otros aspectos logísticos ajenos a su voluntad, que en su oportunidad ampliará. Se quedó a solo 700 metros de la cima, lo que la habría convertido en la primera mujer costarricense que escala esta montaña. En el caso de Rojas, se convirtió en el primer costarricense en llegar a la cima del Everest, hace 11 años, – un 24 de mayo del 2012-, y ahora intenta lograrlo por segunda ocasión.

Que este gran ejemplo que ambos nos han brindado nos motive a todos a seguir luchando por hacer realidad nuestros sueños, imprimiendo pasión, perseverancia y disciplina en cada decisión y acción que tomemos.

 

 

 

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