En este 2020 nos ha correspondido vivir meses muy distintos a lo que estábamos acostumbrados, y esto ha significado pasar por difíciles pruebas familiares y laborales. De todo este momento especial, debemos capitalizar las mejores experiencias que nos permitan crecer en nuestros distintos ámbitos, desde lo personal, pasando por lo profesional hasta lo empresarial, tal y como lo citaba el titular de nuestra Edición N° 103 de julio pasado: “SE PUEDE CRECER EN LA ADVERSIDAD”.

A pesar de todo lo complejo que nos ha obligado esta pandemia, en estas últimas semanas Costa Rica vive y observa ciertos signos alentadores que vale la pena citar.

Destaca por ejemplo que se ha venido aplanando la curva de casos, y con ello, se nota una reducción de la tasa de contagio conocida como “R”, que mide no tanto la cantidad de casos, sino más bien la velocidad de transmisión o propagación del virus, así recopilado de los informes semanales que emite el Centro Centroamericano de Población de la Universidad de Costa Rica, -CCPUCR-. Así que lo ideal, – citan estos especialistas, – es que ese indicador se mantenga menor a 1, gracias al cumplimiento de todas las medidas sanitarias y que no nos toque vivir cambios contrarios a esto en muy poco tiempo.

Por ende, esto ha permitido una reducción en la cantidad de hospitalizaciones y menos gente internada en las salas de cuidados intensivos, -UCI-. Las pruebas con el suero apoyado en equinos, también ha ido arrojando sus primeros resultados positivos en los pacientes que lo han recibido.

Con la apertura gradual de las actividades comerciales e industriales, se ha podido recontratar personal, lo que ha contribuido a un descenso en las estadísticas del desempleo. En el mismo sentido, la apertura de hoteles en zonas turísticas, está facilitando la visitación del turismo nacional, y la autorización para la llegada de vuelos de todas las ciudades de Estados Unidos y Centroamérica, permitirá la recuperación del empleo para cientos de familias que dependen directa e indirectamente de la llegada de turistas extranjeros.

Ahora las playas tienen nuevo horario para ser visitadas y se mantienen abiertas hasta las 10 p.m. entre semana y hasta las 8 p.m., sábados y domingos, lo que también se convierte en un aliciente para provocar más cantidad de visitantes y con esto, un mayor impulso a la actividad comercial en las 600 playas que tiene nuestro país.

A esta apertura se suma el interés y responsabilidad de los gobiernos locales, al permitir también abrir los parques como importantes espacios de esparcimiento y recreación familiar.

Toda esta nueva normalidad, le ha permitido a entidades de servicio público como la Junta de Protección Social, volver a realizar los sorteos de chances martes y viernes, así como la lotería los domingos, y con ello atender a 500 programas sociales para distintos grupos de población, que requieren la mano solidaria de todos.

Esperamos que hacia el final de este particular año, sigamos observando más señales que nos inspiren con mayor esperanza y optimismo hacia el futuro, para que con nuestras buenas acciones diarias, sigamos todos aportando y seguir construyendo una mejor Costa Rica.