Redacción / HOY EN POSITIVO
El Presidente de la República develó hace unos pocos días el busto del ex Arzobispo de San José Víctor Manuel Sanabria Martínez, que a partir de este momento estará en la Plaza de las Garantías Sociales, ubicada con gran significado, precisamente al costado sur del edificio anexo de la Caja Costarricense del Seguro Social, entidad emblemática para todos por generaciones.
Pero ¿quién fue Monseñor Sanabria?, ¿qué papel jugo en la aprobación de la gran reforma social de los años 40´s?
Víctor Manuel Sanabria Martínez fue el Arzobispo de San José desde 1940 hasta 1952 cuando falleció a los 54 años de edad. Este Obispo católico se unió al Presidente de la República Rafael Ángel Calderón Guardia y al líder comunista Manuel Mora Valverde, para promover y aprobar una serie de reformas entre ellas el capítulo de las Garantías Sociales dentro de nuestra Constitución Política, la creación de la Universidad de Costa Rica y el Código de Trabajo.
Monseñor Sanabria cursó sus estudios primarios en Cartago y sus estudios secundarios en el Colegio Seminario en San José, ingresando luego al Seminario Mayor. En su formación cuenta con grandes profesores como el Padre Guillermo Hennicken, Director espiritual con fama de santidad, el Padre Juan Koch y el P. Dr. José Ohlemüller, su profesor de Teología Dogmática. Obtuvo el doctorado en Derecho Canónico en Roma.
Aunque estas reformas eran altamente impopulares para los poderosos de la época, Monseñor Sanabria entendió la importancia de que los costarricenses merecían un mejor futuro del que les daban las condiciones de vida del momento.
En 1948 cuando acabó la guerra civil, Monseñor Sanabria Martínez sirvió de enlace con la Junta Fundadora de la Segunda República con José Figueres Ferrer al frente, para que las Garantías Sociales se mantuvieran y para que el país iniciara un proceso de reconciliación.
El Obispo Sanabria es el vivo ejemplo que la unión entre las diferencias políticas se puede dar si existe voluntad de avanzar por encima de lo que nos separa. Los años en los que Sanabria tuvo que jugar un papel fueron más difíciles que los que vivimos hoy día, aun así Monseñor Sanabria supo ocupar el puesto que la historia le otorgó.
