Betsy Martínez,
Especialista en Ciencias de la Felicidad y Organizaciones Positivas
Quisiera darte este regalo que decidí hacerme este año, no tiene costo, sólo podría tener valor, depende de cuánto valoras un año de tu vida y la congruencia con que te gustaría vivirlo.
Visualízate que ya falten 7 días para que este 2023 termine. Se convierten en los 7 días más reflexivos y si nos damos la oportunidad, podrían marcar una gran diferencia en el sentido de todo lo que se deja y lo que se viene en el 2024. Ojalá no desprecies estás simples líneas (incluso me alegraría que lo compartas con más gente que te importe), me tomó un buen rato reflexionar y con la mejor intención te lo comparto – ¡porque me importas!. Ojalá que puedas darle la importancia y sueltes lo trivial y ligero de estos días agitados, para vivir está última semana en mayor conciencia de ti mismo.
Permíteme hacer una respetuosa advertencia, no sientas extensa la lectura, ni tengas flojera terminarla. No es un mensaje de autoayuda, aunque alguna vez nos cae bien recibirla. Desvalorizar lo que viene y lo que se va, sería mostrar apatía al aprendizaje y eso, en estos tiempos, es un lujo que nadie debería de darse.
Mi regalo, son sólo preguntas, cada uno tendrá sus respuestas y vivirá con ellas.
Todo empezó esta mañana, cuando recordé al filósofo chino Lao Tzu: «Conocer a otros es inteligencia, conocerse a sí mismos es sabiduría. Manejar a otros es fuerza, manejarse a sí mismo es verdadero poder». Esto me llevó a realizar un viaje a mi memoria anual y más tarde, a mi conciencia; repasé mis logros e intentos, revisé mis aprendizajes. Y así fueron surgiendo las 7 preguntas para mi última semana del año. No corras en contestarlas todas hoy, aún quedan unos días a este bello diciembre.
Última advertencia respetuosa! ESCRIBE O GRABA TODO LO QUE RESPONDAS
Día 25. ¿Con qué metas comencé el año? Una auditoría de progreso, de logros y de los ensayos realizados. Un escáner a lo incompleto. Aquello que me propuse ¿qué fue lo que me impidió lograrlo? ¿Decidí conscientemente posponerlo o procrastiné?
Día 26. ¿Cuáles fueron mis días memorables, únicos y especiales? Quiero repasar mis momentos felices, los que me di y permití para otros. Quiero revivir toda sensación que me hizo sentir pleno o plena en este año y cuándo fui portadora de felicidad para otros. ¿A quiénes dejé por fuera o muy poco participé?
Día 27. ¿Cuáles días de este año decido borrar, corregir o enmendar? En mi recuento de desaciertos, ¿cuáles fueron esos erráticos momentos que me conviene reconocer que estuvieron mal en mí? ¿Qué decido hacer para no volver a actuar de esa manera errática? No porque esté mal errar, sino porque no me gustó vivir esa experiencia ni lo que provoqué en otros.
Día 28. ¿Qué huella dejé en los demás? En este año que termina, ¿hubo impacto en la vida de otros por mis acciones? ¿Inspiré y ayudé a otros a conseguir sus metas o a mejorar sus vidas?
Día 29. ¿Cuánto he dedicado a mi desarrollo? Buscando ser mejor para hacer mejor, ¿qué aprendizajes nuevos me he regalado? ¿Cómo he nutrido mi intelecto, mis habilidades; pero sobre todo, mi espíritu? Hago un chequeo de ese currículum y lo peso, ¿invertí en él?
Día 30. De cara al nuevo año, ¿qué metas tengo? ¿Cuál es el nuevo planteamiento a cumplir, que objetivos nuevos busco y sobre todo, que requiero para alcanzarlos? Quiero ver mi sueño o meta organizada y reflejada en algo más certero y tangible que mi sola inspiración. ¿Cuál es el plan de vuelo? Despegar con la emoción de inspiración y entusiasmo, para llegar, al cabo de un año, con más gratitud, serenidad y alegría.
Día 31. Ya finalizó el año, sólo me queda una reflexión última: ¿Para qué estoy proponiéndome estas metas? ¿Qué persigo ser con todo esto que lograré? Sin miedo no hay valor, ¿a qué me enfrentaré decididamente este año?
Bert Hellinger, filósofo y teólogo, comentó una vez que “la felicidad permanece en nosotros si uno actúa”. Este 2024, ¿Cuál es tu propósito? – ¿El mío?, ¡Ser feliz! Deseo que la felicidad suficiente, inunde tu nuevo año.