Hace 200 años, el 25 de julio de 1824, el Partido de Nicoya decidió por su propia voluntad unirse a Costa Rica. Desde ese momento, nuestros destinos se unieron indisolublemente y para nuestro país, este fue un grandioso negocio.
Guanacaste ha sido una de las regiones que le aporta más al país, tanto en lo económico, cultural, gastronómico, político y social.
El proceso de anexión no fue sencillo; el 25 de julio fue solo el inicio de una sucesión de eventos que terminaría 34 años después, luego de la decisión del Partido de Nicoya y unirse, le siguió en 1829 la Villa de Guanacaste, hoy Liberia.
Tuvo que pasar toda una década para que poco a poco se asimilara en los habitantes la necesidad de pertenecer a Costa Rica; fue hasta 1838, que la República Federal Centroamericana que otorgó la posesión de toda la provincia a Costa Rica.
Pero Nicaragua, el vecino del norte, no reconoció dicho acuerdo, por lo que siempre reclamó a Guanacaste; así que, en1858 después de la gran gesta nacional, se firmó el tratado limítrofe Cañas-Jerez, donde Nicaragua finalmente reconoció a Guanacaste como parte de Costa Rica. Esto significó un cambio para ambos territorios que se unieron para siempre.
Aportes económicos de Guanacaste a Costa Rica
Guanacaste es después de la región central del país la zona que más riqueza produce, pues el aporte al Producto Interno Bruto (PIB) de esta provincia asciende a los ¢2,4 billones. De los cantones de esta bella tierra, la que más aporta es Liberia, con unos ¢710.814 millones, seguido por Tilarán con ¢115.976 millones.
En cuanto a producción agropecuaria, esta provincia es una de las más ricas del país; además de la caña, el arroz, ganado vacuno, Guanacaste ha visto crecer su producción de melones, sandías y mangos.
La industria más importante es la alimentaria, con producción de azúcar de caña. En temas de servicios, el turismo es la principal fuente de ingresos de la provincia, pero también han crecido los servicios tecnológicos y la investigación científica principalmente en Liberia.
Gastronomía sin igual
Pero los aportes de la provincia no se quedan solo en lo económico. En cuanto a la alimentación, dispone de una serie de platillos sin igual, que están a la orden de propios y visitantes; entre ellos están: la tortilla palmeada de maíz (estilo guanacasteco), la chica de atol de maíz morado, el chicheme, el atol de maíz de pujagua, piñonates (postre con papaya tierna, azúcar, canela y clavo), pozol, arroz de maíz (no contiene arroz, sino maíz y pollo), rosquillas, tamal asado y el gallo pinto.
Música, baile y trajes típicos.
El sonido de la marimba o del quijongo, pero también ritmos como el punto, el tambito, la parrandera, la danza y el pasillo se volvieron parte de toda nuestra cultura nacional.
La mujer utiliza un vestido ancho con una gola de colores muy vivos y chillantes, también usan una trenza en su cabello y sandalias en sus pies y una flor en su cabello. El hombre utiliza un traje sencillo de colores muy vivos como el azul y el amarillo, un pañuelo en el cuello y un fajón rojo que al momento de la danza se lo quita.
Nuestro reconocimiento a todos estas mujeres y hombres valientes, orgullosos de tan valioso legado en estos primeros 200 años anexados a Costa Rica.