• Su Día de Fiesta es el 1º de octubre 
  • Conmemoración Nacional e Internacional de la Persona Adulta Mayor

Fernando Retana

Colaborador

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Nuestra población envejece cada vez más rápido, principalmente por motivos vinculados al decrecimiento en la tasa de defunciones, aunado a que hoy en día, las familias y las mujeres apuestan por una cantidad menor de hijos en comparación a décadas atrás, cuando se aceptaba como normal que un núcleo estuviera integrado por al menos cuatro o más niños en un hogar promedio. Debemos entender entonces, que actualmente es mayor el incremento de personas en edad avanzada -65 años-, pero también, existe una relativa disminución de la población menor de 15 años. 

Esta nueva realidad social se está convirtiendo un tema de prioridad en el presente siglo, pues los especialistas pronostican que durante los próximos 25 a 30 años, ha de duplicarse la cantidad de personas que forman parte de este segmento poblacional. En la actualidad, según proyecciones emanadas por el Instituto Nacional de Estadística y Censo -INEC, a partir del Censo del año 2000, casi el 10% de los habitantes en nuestro país, ya son mayores de 65 años, unas 440.000 personas.   

Datos obtenidos del XIII Informe del Estado de la Nación nos indican que como parte de todo este fenómeno, en nuestro país la esperanza de vida al nacer es en promedio 79,11 años; mayor para las mujeres con 81.42 y para los varones es de 76,91 años. Por todo esto, Costa Rica reaccionó oportunamente, y se promulgó durante la Administración Rodríguez 1998-2002, legislación y otro conjunto de acciones para preparar al país de la mejor manera, ante este proceso acelerado de envejecimiento. Se destaca la aprobación de la Ley Nº 7935, Ley Integral para la Persona Adulta Mayor, publicada en octubre de 1999. 

Esta visionaria legislación, establece los derechos y beneficios para las personas de 65 años y más, relacionados con salud, educación, vivienda, seguridad social, recreación, participación ciudadana, transporte y trabajo. Los derechos y beneficios se fundamentan en los principios universales de atención integral, realización personal, independencia, igualdad de oportunidades, dignidad y pertenencia en el núcleo familiar y comunitario, declarados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Además, señala responsabilidades a las instituciones del Estado con el fin de garantizar el mejoramiento de la calidad de vida de esta población.

Con este nuevo marco jurídico, se estableció también el Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor CONAPAM-, como el ente responsable en materia de envejecimiento y vejez. Su finalidad es precisamente, garantizar el mejoramiento en la calidad de vida de las personas adultas mayores, mediante el diseño y ejecución de políticas públicas integrales, que generen la creación de condiciones y oportunidades, para que estas personas que hoy son nuestros padres y abuelos, -mañana nosotros-, tengan una vida plena y digna, todo acorde con los más altos valores de la tradición nacional, y así se pueda cumplir con los principios de igualdad de esas oportunidades, dignidad, participación, permanencia en su núcleo familiar y comunitario, atención integral, junto con la realización personal e independencia. 

Comprometidos con todos estos anhelos, en 1999 la Organización de Naciones Unidas designó el 1º de octubre como Día Internacional de las Personas Adultas Mayores, con el objetivo de sensibilizar respecto a la diversidad de situaciones que atraviesan la vida de estas personas. La designación de este día fue parte de un largo proceso a nivel mundial de toma de conciencia sobre las distintas problemáticas que presenta el envejecimiento demográfico a la hora de formular políticas. 

Precisamente como apoyo a esta iniciativa, en octubre del 2004 la Presidencia de la República de Costa Rica a través del Decreto No. 32062-MP-S declaró el 1º de Octubre como “Día de la Persona Adulta Mayor”, para que sea celebrado en todos los lugares públicos y privados, mediante la promoción de encuentros entre generaciones, que estimulen las cercanías entre las personas de la población joven y las personas de la población adulta mayor.

En 2014, los Gobiernos en la Organización de las Naciones Unidas, adoptaron una resolución en el Consejo Económico y Social que reconoció que la marginación por envejecimiento es “la razón común, la justificación y la fuerza motriz de la discriminación de las personas de edad”.

Tales formas de discriminación, de cómo las personas de edad son tratadas y percibidas por sus sociedades, incluso en los ambientes médicos y centros de trabajo, crean entornos que limitan su potencial y afectan a su salud y bienestar. El fracaso para hacer frente a esta discriminación socava los derechos de las personas mayores y dificulta su contribución a la vida social, económica, cultural y política. Es importante recordar que estas personas, alguna vez fueron jóvenes, nos tuvieron en sus brazos y si era posible daban la vida por nosotros.

En la actualidad necesitamos sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de proteger a esta población y facilitarles las condiciones adecuadas para que vivan un sano proceso de envejecimiento.

Que esta importante celebración de octubre, nos permita no solo reflexionar sino también actuar en pro de brindarles el amor, cariño y comprensión que merecen todos nuestros queridos padres y abuelitos; ellos han ofrendado lo mejor de sí para que nuestro país lo podamos heredar para nuestro goce y realización, por tanto, seamos por siempre agradecidos con todos ellos. 

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