Patricia González Villalobos

Periodista

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Para HOY EN POSITIVO

“La Navidad, del latín nativitas, nacimiento, también conocida como “pascua”, es una de las festividades más importantes del cristianismo, junto con la Pascua de Resurrección y Pentecostés. Esta solemnidad, que conmemora la llegada de Jesucristo, se celebra el 25 de diciembre en la Iglesia católica, en la Iglesia anglicana, en algunas comunidades protestantes y en la mayoría de las Iglesias ortodoxas

Para cada familia, esta evocación se convierte en la oportunidad más propicia para reflexionar acerca de lo actuado durante el año que finaliza, las metas logradas, lo que faltó por hacer, lo que debemos dejar y lo que vale la pena continuar. Nos invaden los más íntimos pensamientos sobre  nuestros seres queridos: los que nos dejaron, pero también importante, los que están por nacer. Recordamos a los amigos que perdimos y agradecemos por los nuevos que alcanzamos. Esta época se convierte, sin pensarlo mucho, en momento de descanso físico y espiritual, en tiempo para perdonar y ser perdonados, y tiempo para cargar energía positiva, que nos permita iniciar de nuevo con bríos renovados.

En este 2021, al estar cercana esta fiesta, es nuestro deseo compartir con todos ustedes algunas ideas para poner en práctica con familiares y amigos, -ahora que poco a poco, nos lo va permitiendo la pandemia, – ideas que sin duda serán de enorme ayuda para procurar una convivencia enmarcada en los buenos modales, la alegría y el bien vivir. Hablamos del significado del arbolito de navidad, los regalos y la decoración en general.

El arbolito navideño

Cuentan las creencias germanas que, el arbolito de navidad era una tradición de adoración al roble. El «divino Idrasil» o el «dios Odín», era un árbol gigantesco del cual, se creía, se sostenía el mundo y todos sus astros. Las ramas de este roble eran el soporte y se pensaba que, cuando los árboles perdían su follaje, era porque los espíritus lo habían abandonado.

“Por ello, se le adornaba con papeles, frutas, trozos de vidrio, y antorchas que representaban a las estrellas, la luna y el sol para que los espíritus retornaran en la época primaveral. A partir de la cristianización, el roble fue remplazado por el abeto, ya que al tener forma de triángulo personificaba a la Santísima Trinidad, con Dios Padre en la cima, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo ocupando ambos extremos inferiores”.

Los regalos

El intercambio de regalos deviene de “la Edad de Piedra” o neolítico; la idea original era ofrecer un regalo y recibir a cambio otro presente. En caso de dar y no recibir, cuenta la tradición, esto podría ser de mala suerte para quien no lo daba. “Esta costumbre, fue reemplazada por la que existía en Roma el día primero del año, llamada estrenas. Al principio, se simbolizaba que era el niño Jesús quien ofrecía los regalos, y más adelante, serían los Reyes Magos quienes distribuyeran los dones, y como tal, debían nacer del corazón, dádivas generosas sin pedir nada a cambio”. 

Hoy día, el dar y recibir obsequios significa un acto de amor, cariño y respeto, enfocados, además, a estrechar lazos afectivos entre familiares y amigos, así como practicar la caridad sincera con los más necesitados.

La decoración

Dice una máxima en Etiqueta que “más es menos”, sin embargo, en temas de decoración navideña esta regla no aplica. La costumbre actual dicta que cada rincón de nuestras casas, en esta época, debería contar con un adorno que nos transporte a esta importante celebración. Los adornos, colores, tamaños y formas, son seleccionados de acuerdo a los gustos de cada familia, a pesar de las muchas tendencias que se dan, de ahí que el disfrute de una casa “bien decorada”, será obra individual y conjunta de cada miembro de la familia.

 

HOY EN POSITIVO le desea a cada familia disfrutar, a partir de ahora, cada momento de esta maravillosa época. 

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