- Para mantener una alimentación sana, hay que cuidar el contenido calórico
- Así como el consumo de proteínas y la manipulación correcta de los ingredientes.
Catalina Castro
Superintendente de Calidad de Cargill Costa Rica
En la actualidad, la sociedad ha reducido el factor tiempo en las tareas cotidianas, de igual forma, el tiempo dedicado a la preparación de los alimentos se ha visto impactado, especialmente cuando se aproximan las fiestas de fin y principio de año, lo que ha generado también la aplicación de prácticas no tan saludables.
En su mayoría, las personas buscan alimentos de fácil preparación durante la época navideña, por lo que en Cargill nos preocupamos para que nuestros consumidores tengan una dieta más balanceada y sana, sin que tengan que dedicarle mucho tiempo a la cocina.
Para ello, es importante que las personas tomen en consideración diferentes puntos al momento de elegir un producto; por ejemplo, es recomendable buscar variedad en los sabores, presentaciones y revisar el proceso de cocción. Además, si lo que deseamos es consumir embutidos o carne blanca, como el pollo, hay que asegurarse que la cantidad que se está adquiriendo se utilizará durante su periodo de vigencia para evitar que el producto se descomponga. Por esto, los consumidores deben prestar atención a las fechas de vencimiento para evitar desperdicios, pues en esta época se acostumbra a comprar un poco más que de costumbre. Por ello, en Cargill nos aseguramos de colocar dicha información de forma visible en los productos que ofrecemos.
Otro detalle que hay que cuidar en los productos congelados es asegurar que la cadena de frío no se rompa y mantener las condiciones aptas de temperatura, con el fin de evitar que las bacterias se propaguen al exponerlos al ambiente. Por ello, cuando llegamos del supermercado, lo mejor es trasladar el pollo congelado rápidamente al refrigerador o cocinarlo en ese instante.
Una dieta sana en Navidad
El contenido calórico es difícilmente medible durante la Navidad, por eso, hay que considerar que el aumento de calorías es proporcional al tipo de ingredientes que se utilicen como complemento. Por ejemplo, el huevo es una proteína muy saludable, con bajo contenido de grasa, pero si se combina con otros elementos de forma excesiva, su nivel calórico podría variar.
En cuanto, a la distribución de los alimentos, se recomienda que un plato se distribuya de la siguiente forma: la mitad debe ser para verduras o frutas, un cuarto para granos y el otro para proteínas. En esta época, se acostumbra a variar esta práctica, pues los tiempos de comida tienen entrada, plato fuerte, cocteles y postres; aquí la sugerencia es moderar las porciones o seleccionar lo que se va a consumir. Es importante comer despacio y masticar bien los alimentos, para ir censando nuestro nivel de saciedad.
Otra sugerencia es incluir vegetales y proteína en los platos “para picar”. Por ejemplo, tenemos opciones de rollos de jamón rellenos de chile dulce y queso o tiritas de salchicha con zanahoria y apio. Los productos Cargill ofrecen variedad, facilidad de cocción y calidad en proteína. Para nosotros, es importante educar al consumidor en la preparación de sus alimentos, al mismo tiempo, promover dietas balanceadas y saludables.