• Señales alentadoras nos motivan más a todos en la recta final del 2021

• Debemos continuar con los cuidados y así, entre todos lo superamos

Redacción

HOY EN POSITIVO

Gracias a los esfuerzos realizados con la vacunación por parte de las autoridades y el personal sanitario desde diciembre del 2020, y a las buenas prácticas de higiene de la gran mayoría de la ciudadanía al respetar el uso de la mascarilla, el lavado de manos, mantener distanciamiento y andar siempre a mano el alcohol en gel, vislumbramos un cierre de año muy distinto al año anterior. 

Lamentamos por supuesto, aunque sea un fallecimiento por la afectación de este virus, pero como parte de la mejora de la pandemia, se registran muchos menos muertes diariamente, así como un número mucho menor de casos reportados y aún menores internamientos, incluyendo una disminución gradual en las unidades de cuidados intensivos. Tal y como lo indican los expertos y especialistas en infectología, este nuevo panorama no significa que ya logramos superar esta situación, debemos mantener los cuidados y seguir con las campañas de vacunación en y con los distintos segmentos de la población. Aunado a todo ello, la “tasa r” ha estado rondando en 70, la cifra más baja desde que iniciamos con esto a inicios del 2020.

Gradualmente se han sido superando las restricciones de movilización, lo que sin duda facilita acudir a muchos lugares que meses atrás era muy difícil, como centros comerciales, lugares de entretenimiento, lugares de culto espiritual y religioso, y hasta visitas a amigos y familiares, siempre respetando las burbujas.  

Datos recientes del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo, -INEC-, nos informan positivamente del aumento en nuevas oportunidades laborales para muchos, tanto en el comercio, como en la industria y en las empresas bajo el régimen de zonas francas. Esta mejora en la economía, conlleva un beneficio para que los negocios que estuvieron muy afectados por las limitaciones de todos estos meses, puedan de nuevo subir sus ventas, generar más y mejor empleo, y con ello, propiciar que muchas más familias, puedan recibir un ingreso más digno que les facilite atender como corresponde, sus necesidades más básicas. 

Estas últimas semanas del 2021 las disfrutaremos de forma distinta a la Navidad anterior, cuando no pudimos interactuar como quisiéramos, con nuestros seres queridos. También podremos ir en las próximas semanas, a muchos lugares como los hoteles, playas, volcanes y bosques, con la seguridad que se respetan protocolos y nos corresponde hacerlo con los debidos cuidados. 

Podemos apoyar desde los pequeños emprendimientos de nuestras comunidades hasta los negocios ubicados en cada Mall, calles y avenidas comerciales, para poder adquirir los distintos detalles que podremos llevar y entregar a la familia, compañeros y amigos, ahora que poco a poco, se circula con más seguridad y confianza. Ya se observan también familias visitando lugares como fincas para comprar árboles de navidad, señal de esa confianza en que disfrutaremos este tiempo de regocijo y gozo junto a nuestras parejas, hijos, padres, hermanos y amigos de una mejor manera. 

Como costarricenses, nos caracterizamos como gente solidaria y sobre todo, resilientes. Emergemos de la adversidad mucho más fuertes, y esta es quizás, una de las principales enseñanzas que nos ha ido dejando esta pandemia. 

Y precisamente, esta Navidad es tiempo de compartir y dar, que no perdamos de vista este espíritu al estar con nuestros seres queridos, pero también con aquellos que no cuentan con un hogar, y que también merecen un plato caliente, una ropa cómoda para esas noches de frío, y hasta una voz de aliento. Demos de lo que ya contamos, no aquello que nos sobra. Con este tipo de acciones de bien, nos queda como paga, una enorme satisfacción y gratitud por pensar además en esos otros. 

Una de las necesidades más importantes para la gente, -pero en especial para nuestros adultos mayores-, es ser escuchados, así como también ser tomados en cuenta. Ellos en su derecho, – sean nuestros padres, vecinos u otros, – reclaman la inoportuna influencia del uso en exceso de la tecnología en el sano compartir. Busquemos ese equilibrio delante de ellos, de manera que no se sientan desplazados al tener al frente, a hijos, nietos o sobrinos, brindando mayor interés al último mensaje o publicación en redes sociales, que a esa ….. “repetida historia”…. que nos contarán de nuevo, durante ese espacio de la cena navideña, o durante el 25 de diciembre y hasta cuando nos organizamos en familia para recibir el 2022.  

Si la pandemia nos alejó tanto durante todo este tiempo, -y ahora tenemos condiciones muy diferentes-, debemos aprovechar entonces para recuperar ese tiempo de calidad, primero con la familia, luego con amigos y compañeros. Entre todos si podemos lograr disfrutar de una Navidad distinta, y que la suma de este espíritu, nos reanime a todos de cara a un nuevo año, que vendrá lleno de oportunidades en el ámbito personal, laboral y profesional. Así debemos sentirlo y creerlo, esa debe ser la actitud, abrir los brazos a esos nuevos 365 días, y verlos con esperanza, optimismo y positivismo. 

Está en cada uno de nosotros, seguir cuidándonos y hacerlo también con quienes vivimos, compartimos y tenemos a nuestro alrededor. En la medida que logremos una conducta social responsable, nuestro país logrará mayores índices de bienestar y prosperidad, al seguir acatando las disposiciones, de las que esperamos, cada vez sean menos necesarias y así lograr entre todos, superar esta prueba de tantos meses, que nos ha permitido obtener nuestra mejor versión, que emerge precisamente desde la adversidad.

Desde ya, deseamos para cada uno de ustedes y los suyos, vivir distinto y de mejor forma, este tiempo de quietud y reflexión, convencidos que podremos lograr cosas mejores en el año venidero.