José Manuel Bustos / Coach & Mentor

[email protected]

!Ya podés matricular en la UNED. El éxito te espera!

Citábamos en la Edición anterior, la afectación emocional y a la salud mental que ha provocado la pandemia, donde muchas personas se llenan de ansiedad, incertidumbre y temores.

Neuropositivismo. Surge como una opción viable y práctica que contribuye a impactar de manera  óptima la calidad de vida de las personas. También citamos que este concepto es la suma de la Neurociencia, – desde su aporte al estudio del sistema nervioso central y del  funcionamiento del cerebro-, junto a lo que denominamos como “el poder del pensamiento positivo”, el cual, pretende dar valor positivo a todo cuanto nos acontece; alejando pensamientos negativos y creencias limitantes.

Existen muchos estudios e investigaciones neurocientíficos que han logrado determinar la forma en que funciona nuestro cerebro, -física y químicamente-, influenciado por la actividad de la mente, tanto desde su área consciente, el subconsciente y desde el inconsciente.

Creencias. Se sabe que desde los 3 años hasta aproximadamente los 9 años, asumimos como propias, las formas en que los demás piensan: nuestros papás, hermanos, otros familiares, vecinos cercanos y hasta los educadores, inciden en nosotros en aspectos como: relación con el dinero, capacidad para el logro de metas, mitos y dogmas, entre otros. Cuando se llega a la edad adulta, muchas de esas limitantes, pueden frenar nuestra realización personal y profesional. De manera que la tarea pendiente para todos, es desaprender y construir nuestras propias creencias, y con ello, lograr mejores niveles de bienestar.

Emociones. El porcentaje más alto de influencia sobre nuestras emociones, está dado por lo que pensamos, de manera que, en el momento que tomamos consciencia de cómo nos sentimos en un momento determinado, debemos prestar atención a qué tipo de pensamientos le estamos dando nuestra mayor atención.

Pensamientos. En muchas ocasiones sucede que por enfocarnos en aspectos de nuestra vida que quizás no son de mayor trascendencia o que les brindamos demasiada importancia, hace que nos sintamos tristes, desanimados, con poco entusiasmo, y eso nos afecta también en lo físico: se nos va el deseo por comer, dormimos mal y hasta podemos tener dolencias en nuestro cuerpo, como el cuello, espalda y estómago. De manera que para evitar pasar por todo eso, podemos hacer el esfuerzo por dar atención preferencial a todos aquellos aspectos y personas que si nos aportan valor, así como a  aquellas situaciones, hechos, bienes y personas, por la que debemos expresar gratitud.

Poder de la Gratitud. Desde el Neuropositivismo, se fomenta que podamos programar desde el inicio del día, de la semana o el mes, que todo estará bien; que debemos tener la intención sincera de movernos en la dirección de todo aquello que deseamos tener en nuestra vida. Dar gracias hasta por la adversidad, por las personas con temperamentos difíciles, y por todo aquello que no nos salió bien. Cada una de esas situaciones, son grandes maestras, en todas aprendemos algo, y eso es lo que vale.

Actitud. Todo esto implica disponer de la actitud necesaria, -entendida como la forma en que reaccionamos o nos comportamos ante una situación o un hecho determinado-. La actitud incide hasta en nuestra postura corporal.

Reto. Le invito a lograr de manera paulatina, un mayor grado de consciencia y una mejor actitud de todo esto, y con ello optar por una mejor calidad de vida, mayor bienestar y por ende, más felicidad: ¿A qué te comprometes hoy mismo para aprovechar, disfrutar y tomar mayor consciencia de tus acciones diarias? Para mayor información: www.josemanuelbustos.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *