José Manuel Bustos, Coach & Mentor

[email protected]

!Ya podés matricular en la UNED. El éxito te espera!

Durante los últimos meses – como producto de esta situación que nos toca enfrentar, – hemos estado expuestos a una fuerte carga emocional, y es normal que surrja la ansiedad, la incertidumbre, los temores y la normal inquietud por el futuro cercano. Entonces nuestra salud mental queda muy afectada y es cuando debemos buscar entonces, distintas opciones para poder enfrentar este momento adverso, para que esa cualidad especial conocida como resiliencia, – capacidad de afrontar la adversidad-, sea la que se imponga y podamos superar exitosamente este tipo y otras diferentes pruebas en nuestras vidas.    

Una alternativa viable y práctica es Neuropositivismo; este concepto es “la fusión de dos visiones”, que contribuyen a impactar positivamente la calidad de vida de las personas. La primera de estas es la Neurociencia, entendida como el estudio del sistema nervioso central, pero sobre todo, del funcionamiento del cerebro, y su capacidad especial conocida como plasticidad cerebral. Y el otro factor es lo que denominamos como “el poder del pensamiento positivo”, el cual, pretende dar valor positivo a todo cuanto nos acontece; alejando pensamientos negativos y creencias limitantes.

Nuestra mente podemos comprenderla como “un jardín”, así expresado por James Allen en su obra escrita en 1902 con el nombre “Cómo un hombre piensa, así es su vida”; de manera que debemos ser muy cautelosos en el “tipo de semillas” que colocamos allí. Esto nos pone en la perspectiva de cuidar el tipo de pensamientos que producimos diariamente, porque dependiendo de lo que estemos pensando, así serán nuestras emociones. Cuando saludamos a alguien, antes del típico saludo de …”¿Cómo estás?, podríamos primero preguntar …..¿En qué venís pensando?; así sabremos el estado de esa persona en ese preciso instante. 

Diversos estudios e investigaciones neurocientíficos han determinado que cada uno de nosotros “producimos” diariamente hasta 60.000 pensamientos; desde el momento mismo en que tomamos consciencia que estamos por iniciar un nuevo día, ya nos estamos consultando o cuestionando a nosotros mismos, aspectos como: ¿hago ejercicio primero y luego me baño? ¿Acomodo la habitación o voy a la cocina? ¿Cuál será mi primer alimento o bebida? Esto solo para ilustrar, esas distintas ideas que tenemos apenas iniciando el día, y así sucesivamente hasta que concluya el día. La mayoría de todos estos pensamientos, -(70%)-, son de connotación poco edificante, poco constructivos y por ende, negativos; pasamos quejándonos, criticando y no dando valor a todo lo importante en nuestras vidas. Además, más del 80% de los pensamientos de hoy, son los mismos de ayer y solo el 5% de transforman finalmente en decisiones. Citábamos antes que será un solo tipo de desayuno, haremos o no ejercicio o me trasladaré a otro lugar en servicio público, en lugar de nuestro propio medio de transporte; estas son las decisiones. 


A VECES, UN CAMBIO DE ACTITUD, ES LA ÚNICA DISCULPA QUE VALE LA PENA

Retomando el funcionamiento de nuestra mente, también se ha determinado que de manera consciente solo desarrollamos acciones diarias en los niveles que van del 1% hasta el 5%, o sea, que todo lo demás lo realizamos “en automático”, de manera inconsciente, como por ejemplo, la vestimenta del día, el aseo, y hasta la ruta del traslado de un lugar a otro, por citar solo unos casos. 

Nuestro reto e invitación, es ir logrando paulatinamente, un mayor grado de consciencia de todo cuanto realizamos en el día a día, por ejemplo, unas Ediciones atrás, tuvimos una colaboración de la Coach en Nutrición Rebeca Sanabria, quien se refirió ampliamente a la “alimentación consciente”. No es lo mismo disfrutar una merienda con frutas a media mañana, sin ningún tipo de interrupción, que tomar esos alimentos con la influencia del televisor encendido al frente, el periódico abierto en la mesa y hasta el teléfono móvil en revisión de mensajes. Si intentamos alimentarnos con la influencia de estos tres factores, se dará la ingesta pero no aprovecharemos disfrutar de cada trozo de fruta en nuestro paladar. De manera que esa parte inconsciente de nuestra mente representa el 95% como mínimo; siendo así: ¿A qué te comprometes hoy mismo para aprovechar, disfrutar y tomar mayor consciencia de tus acciones diarias?

Todo esto implica disponer de la actitud necesaria, -entendida como la forma en que reaccionamos o nos comportamos ante una situación o un hecho determinado-. La actitud incide hasta en nuestra postura corporal, así que de esto y más, avanzaremos en la próxima entrega. 


Investigaciones neurocientíficas que se realizan en el Centro de Martinos de Imagenología Biomédica; Boston, Massachusetts- USA 


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *